
El entramado económico de España es complejo, y el sistema fiscal desempeña un papel crucial. Los impuestos son herramientas fundamentales para financiar el gasto público, por ejemplo, para ofrecer un sistema sanitario de calidad, alumbrado público, un sistema de carreteras o transporte público, etc.
Algunos de los impuestos más comunes en España en 2023 son el Impuesto sobre la Renta (IRPF), el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) o el Impuesto sobre el Patrimonio. Sigue leyendo para conocer cómo se articula el sistema fiscal de España y cuál es la forma de recaudación más empleada.
Tipos de impuestos que se aplican en España
En España, al igual que sucede en la mayoría de los países del mundo, se aplican impuestos a personas físicas, bienes inmuebles y actividades económicas y empresariales. La diferencia entre ellos es la forma en la que se aplican (directa o indirecta) y sobre quién gravan.
Los impuestos directos gravan sobre la renta o el patrimonio de las personas físicas o jurídicas. Estos impuestos se aplican a los contribuyentes y son administrados por las autoridades fiscales. A diferencia de los impuestos indirectos, que gravan el consumo o las transacciones, los impuestos directos están vinculados a la capacidad económica de las personas o entidades, ha explicado la Agencia Tributaria.
Algunos de los impuestos directos más comunes que se aplican en España son los siguientes:
- Impuesto sobre la Renta (IRPF): Grava los ingresos de personas físicas, entre ellos los salarios, los beneficios empresariales y las ganancias de capital.
- Impuesto sobre el Patrimonio: Grava el valor de los activos netos de una persona física. Esto incluye propiedades, inversiones y otros bienes.
- Impuesto de Sucesiones y Donaciones: Se aplica a la transmisión económica y material de herencias y donaciones.
Los impuestos indirectos no gravan directamente la renta o el patrimonio de las personas, sino que se aplican sobre el consumo, la producción o las transacciones comerciales.
Estos impuestos repercuten en el consumidor final a través de acciones básicas como realizar una compra en el supermercado. Por tanto, el precio de los bienes y servicios incluye un porcentaje de recaudación de la Agencia Tributaria.
Algunos de los impuestos indirectos más comunes que se aplican en España son los siguientes:
- Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA): Grava en cada etapa del proceso de producción y distribución de bienes y servicios. Los consumidores finales abonan el IVA al comprar productos o servicios.
- Impuesto sobre las ventas: Se aplica al valor de las ventas de bienes o servicios en España. A menudo, los minoristas recaudan este impuesto y lo remiten a las autoridades fiscales.
- Impuestos específicos o selectivos: Estos impuestos gravan productos específicos como el alcohol, el tabaco, las bebidas azucaradas o los carburantes. El objetivo es desincentivar su consumo debido a un impacto negativo en la salud o el medio ambiente.
- Derechos de aduanas: Estos impuestos gravan sobre las importaciones y las exportaciones extranjeras. El precio de las aduanas varía en base al país de origen, las relaciones internacionales entre ambos países y aspectos variables como el tipo de producto.
Impuestos más importantes que se aplican en España en 2023
El sistema de impuestos de España es complejo, aunque se asemeja al de otros países europeos como Bélgica, Francia o Alemania. En España se aplican mayoritariamente tres impuestos: Impuesto sobre las Rentas de las Personas Físicas (IRPF), el Impuesto de Sucesiones y Donaciones y el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA).
Ambos tributos desempeñan un papel esencial en la recaudación anual de la Agencia Tributaria. Estas son las características de cada uno, su forma de recaudación y a quién se aplica este gravamen.
Impuesto sobre las Rentas de las Personas Físicas (IRPF)
El Impuesto sobre las Rentas de las Personas Físicas (IRPF) es un gravamen personal y directo que se aplica sobre la renta de las personas físicas en función de su situación personal y familiar, recoge el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El impuesto se dirige a la renta de las personas físicas, aunque no todas las rentas están obligadas a pagarlo. Estarán exentas de presentar el IRPF las personas que hayan percibido únicamente rendimientos íntegros del trabajo, del capital o de actividades económicas, así como ganancias patrimoniales, con un límite de 1.000 euros.
Las pensiones y las prestaciones por desempleo también suelen estar exentas del pago del Impuesto sobre las Rentas de las Personas Físicas. También podrán evitar pagar el IRPF las personas con pérdidas patrimoniales inferiores a 500 euros, tanto en tributación individual como conjunta.
Desde el año 1992, la declaración del IRPF se presenta de forma individual, aunque las personas que integran una unidad familiar pueden optar por presentarla de forma conjunta. Las comunidades autónomas tienen competencias en cuanto a la recaudación del IRPF, pudiendo establecer un tipo autonómico sobre la base nacional, creando así escalas estatales y autonómicas.
Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA)
El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) es un gravamen indirecto que aplica al consumo y las diversas operaciones, entre las que se incluyen:
- Entregas de bienes y prestaciones de servicios de empresarios o profesionales.
- Importaciones de bienes.
- Adquisiciones intracomunitarias de bienes (AIB).
El porcentaje del Impuesto sobre el Valor Añadido que se grava variará según la legislación vigente y las políticas que se pretendan aplicar sobre determinados productos. Por ejemplo, el IVA que se aplica a productos de primera necesidad es del 4% (pan, legumbres, frutas, leche, huevos, etc.), frente al 10% que se suele aplicar como norma general, aunque puede ser más elevado.
El ámbito geográfico de aplicación de este impuesto abarca el territorio español, incluidas las islas Baleares, el mar territorial y el espacio aéreo correspondiente. Quedan excluidas del ámbito de aplicación del IVA las Islas Canarias, Ceuta y Melilla.
Este impuesto, al ser indirecto y aplicarse sobre el precio de los productos y servicios, grava sobre los españoles y las personas extranjeras que realizan todo tipo de transacciones en España.
Impuesto de Sucesiones y Donaciones
El Impuesto de Sucesiones es progresivo, ya que no establece un porcentaje fijo de tributación. En su lugar, el impuesto se incrementa a medida que aumenta el valor de la herencia o la donación. Se puede decir que es un pago proporcional al volumen heredado.
Si hay testamento, este documento determinará el reparto de la herencia. Si no hay testamento, el orden de sucesión será el siguiente:
- Hijos naturales o adoptados y descendientes.
- Cónyuge.
- Hermanos y parientes cercanos (sobrinos, primos, tíos, etc).
- El Estado.
Quedarán obligados a pagar este impuesto las siguientes personas: los herederos sin importar su orden o nivel de relación, quien recibe una donación si el propietario está vivo, o el beneficiario de un seguro o servicio.
El tipo impositivo general oscila entre el 7,65% y el 34%, aplicándose luego bonificaciones específicas en cada comunidad autónoma.
Muchas regiones aplican también bonificaciones que terminan sufragando prácticamente el 100% de este impuesto para los grados de consangueneidad más cercanos (grupo I y grupo II de la lista de herederos). Este es el caso de la Comunidad de Madrid, Andalucía y Aragón.
En otros casos como Asturias no se aplica este impuesto si la herencia es menor de 300.000 euros para parientes del grupo I y II (hijos y ascendentes).
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