Cuando llegas a un nuevo país con el objetivo de trabajar y residir en el mismo, es imprescindible registrarse en el censo de la ciudad a la que llegas. Registrarse en el país Europeo de destino es obligatorio para poder obtener los datos legales que permiten trabajar, así como la posibilidad de firmar un contrato laboral.
Lógicamente, para poder residir en un país europeo es necesario tener tu visado en regla o derecho a ello en caso de ser ciudadano europeo. Los requisitos para ello los explicamos mejor en el post sobre visados y requisitos para emigrar a Europa.
Los procesos para ello pueden variar en cada uno de los países de destino, pero la obligatoriedad del registro es común a todos. Consulta más detalladamente los requisitos y particularidades propias de los siguientes países:
Registrarse y darse de baja en el país de origen
Además de realizar correctamente el registro en el país de destino, también es necesario notificarlo en tu país de origen. Es decir, es importante que vayas a la embajada o consulado más cercano a tu nuevo domicilio y realizar el papeleo correspondiente.
Por ejemplo, en el caso de los ciudadanos españoles, deben notificar a través de un formulario que pueden obtener en embajadas y consulados. A través de este documento puedes registrarte como residente o no residente en el extranjero, lo cual oficializa tu estado en las bases de datos de España. En el caso de los nacionales de países sudamericanos, el proceso puede diferir de unos a otros.
Aunque pueda parecer innecesario y en algunos casos tedioso, es importante notificar en tu país de origen de que ya no resides en el mismo. Ten en cuenta de que esto te servirá como justificante en caso de que te soliciten algún tipo de requerimiento u obligación legal a la que no deberías estar sujeto por estar viviendo en el extranjero.
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